Que grande, el tio
La última jornada de la liga Leb Oro nos dejó un triplete increíble y por el que la mayoría no daba un duro, la verdad que en tiempos de crisis se agradecen estas victorias que por lo menos nos hacen más agradable o llevadero el día a día. Coño en La Laguna el otro día no se cabrearon con la victoria del Rural, como antes si habían echo, y si de las derrotas de los líderes, o sea que se lo está creyendo a pie juntillas lo de luchar por los play - offs pese a que todos lo disimulan.
El que me dejó la verdad impresionado fue Oliver Arteaga porque le he visto como jugador determinante en esta liga tan exigente, ofensivamente muy bien. El cuando era cadete, cuando vino al Unelco, ya nos asombró su coordinación y su planta pero despuntaban ya esas virtudes de jugador que ahora son echos, el dominio del juego que demostró fue increible; se nota que tuvo un buen maestro, todos diran este se está echando flores pero tuvo la suerte de que le enseñó un maestro del juego de pies que entrenaba solo a los hombres altos en ese equipo Luis José López Abellan un crack y que es una pena que no lo hayan aprovechado otros chicos.
Oliver cuando llegó a Tenerife no venía de figura, nunca antes había jugado y sólo cuando lo vieron Paco Chinea y Ramón Cubeles jugaba a balonmano en la selección del Hierro, conocida por su exigente sistema de selección de jugadores un draft en toda regla vamos, hacia algo de deporte ( era más vago que la chaqueta un guardia). Hasta ahí era un chico fantástico que estudiaba poco, hacia muchos mandados y muchas argollas pero desde que llegó a la urbe cambió radicalmente, no se si la convivencia con Pío Vallejo en su piso le enseño la crueldad de la vida, estudió, entrenó y se sacrificó para ponerse al día. Al poco tiempo llegaron los elogios y los pelotas y empezó la historia de que tenía que salir, que tenía ya ofertas del Pamesa, Barsa, Madrid etc., y nada el niño a probar en estos equipos, como aqui no hay clubs de elite son clubs sin elite pues al godo y entonces el niño se fue a Valencia y gustó y fue a Barcelona y gustó y al final después del debido tiempo nos sorprendió. Viajamos Paco Chinea y yo a Barcelon a con Oliver y su hermano para la prueba y después de entrenar y hablarnos a todos de las maravillas culés el niño sorprendentemente dijo que se iba a Valencia ante la sorpresa dela peña cule que le acompañaba, Paco es muy culé, el hermano de Oliver igual y yo bueno pues también, preguntado el niño dice que allí no era tan importante como en Valencia. Toma, ni German González, ni nadie pudo convencerle, la oferta en firme era bastante buena pero el niño sabía lo que quería, sorpresa, yo le dije que hiciera lo que hiciera que pensara en su futuro y si el corazon y la cabeza decian lo mismo que para delante.
O sea que el niño era grande, eh, ya desde esa época, le tildan del caracter, que un poco flojo en su momento, pero creo que el objetivo era hacer de él un buen jugador y eso se ha conseguido con creces, ah y yo tuve el privilegio de entrenarlo.
Que gozada.
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