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alejandroluquebasketticks

Hombre blanco hombre negro....batallitas históricas.

Voy a trasladar una anécdota que surgió cuando el Tenerife nº1 jugaba en A.C.B. una liga en aquella época un poco especial nada que ver con la actual, en aquella existían dos grupos que luego se enfrentaban entre sí según su clasificación para ganar o descender de categoría.

Bueno ese año se apostó fuerte por un equipo con un grupo de jugadores veteranos, más jóvenes con más o menos experiencia, más algunos jugadores de aquí con experiencia en ligas mayores. A falta de los extranjeros este grupo ya habían jugado juntos el año anterior, el entrenador J.C. Hernández Rizo venía de realizar dos muy buenas campañas con el Canarias y firmó un buen contrato, pero una de las condiciones que puso cuando firmó que no quería jugadores americanos blancos, y dios lo castigó, y los americanos serían negros. No tiene que ver esta historia con racismo ni nada que se le parezca sino que venía jarto, como decimos por aquí, de las excentricidades de algunos jugadores blancos.

Dicho esto y para empezar esta historia decir que nuestro D.G. (Director General) era Carmelo Cabrera el gran jugador que había pillado un muy buen contrato y dirigía las operaciones del club, antes las llevaba Jorge Carrillo ya en esa época gerente del Tres de Mayo de balonmano, si de balonmano….a baloncesto una melcorcha, pues Carmelo partió a U.S.A. a buscar americanos negros pero como él con el que hablaba allí era con Walter Serwiack  este le comió el tarro para que sólo se fijara en blancos toos muy guenos.

La calentura del socio (en aquellos tiempos) fue espectacular y fichamos por fin a un desconocido en España Bobby Lee Hurt y a un conocido veterano Otis Howard que venían los dos de Italia, bueno Bobby podría venir de cualquier lado porque iba  su bola, perecía que vivía en otro siglo. Traía el Bobby a una chica gordita que siempre iba dos pasos por detrás de él y que llegamos a la conclusión que era su cocinera, ni novia ni nada. Otis sin embargo era muy profesional, había jugado en buenos equipos europeos y siempre iba cargado de oro por todos lados, entendía la cultura española pero venía un poco quemado de tantos años y creo que tenía dinero como para retirarse sin problemas. 

Pero cuando el equipo empezó la competición ya Otis se dio cuenta de que tenía que tirar del carro y para él a estas alturas ya no tenía la ilusión y la forma para ello, el entendía que estaba para ayudar  y no para ser la estrella.

El equipo disputó la copa del Rey y nos tocó jugar en Valencia, en La Fuente de San Luis, el día anterior en la cena se produjo un hecho que va a ser el centro de esta historia que espero les guste, estábamos en un “Hotel” grande y la cena era paella de mariscos, los americanos pidieron permiso a Carmelo Cabrera para poder comer fuera porque no les gustaba la paella pero el D.G. les negó esta opción hasta que terminaran de comer los demás, esto desató la caja de los truenos, esperaron a que termináramos de cenar con caritas de mal humor y luego se fueron a cenar.

Otis Howard era un profesional impecable, siempre llevaba dos pares de zapatillas por si le molestaban o se perdían en un viaje o lo que fuera, se preparaba para los partidos especialmente y a mí que era entrenador ayudante me llamó la atención ese día porque no estaba preparado. Cuando entré en aquel vestuario y animé a los jugadores que todavía no habían salido a  calentar la mirada que me echó fue demoledora, me hice el loco y le dije a Arturo Seara que estaba a su lado que intentara animar a aquella bestia humana y sin decir palabra con la mirada me indicó que me olvidara. Comuniqué al entrenador principal y al D.G. y se monta el pollo, el D.G. dice que lo vá a empapelar, en esto que sale el jugador y dice que le falta una de sus botas y que alguien se la ha robado y que no puede jugar con sólo una zapatilla…….el D.G. se encara con él en inglés empieza una guerra dialéctica fuckin D.G. , I’m the D.G. and you shut off…etc,etc, y el coach transparente que tira para la cancha porque en todas estas el partido va a empezar. Mandan al junior a buscar las zapatillas de repuesto y se las entrega y ya con el partido empezado  aparece Otis con: vestido de jugador, una mariconera de viaje que siempre lleva y donde mete todo el oro del farwest y que me da en consigna, con el cague de que se me pierda, y que pesa uno y parte del otro, se sienta al final del banquillo  y al momento empieza a animar a los americanos del Pamesa, Brad Branson y Larry Micheaux.

El coach sigue transpuesto y no reacciona, siempre ha sido un valiente, me indica que le pregunte si va a jugar, el Otis me mira con sangre en los ojos y me dice ¡NO¡ mientras el partido transcurre con un repaso del Pamesa, estamos tensos , el coach pide tiempo muerto y empieza aquel hombre negro de 2’00 m. y 110 kg. con cara de mala leche a decirle al que pilla al lado…..QUIEN ME HA ROBADO LA ZAPATILLA…aquello no era un tiempo muerto era un “TIOVIVO”………….todos daban vueltas para no encontrárselo  el Coach giraba y giraba dando explicaciones a diestro y siniestro y aquello no duró un minuto…….me pareció eterno, bien Brad decía como loco cuando nos metían canasta, let’s go Larry ,los jugadores del Pamesa no se lo creían.

Era Septiembre y empezó una lluvia persistente y el hombre del tiempo decidió muy sabiamente (todavía estaba blanco después del TIOVIVO)  que nos íbamos para Madrid después del partido y así hicimos cuando llegamos a la guagua.... otra de sus delicatesen era que Otis dormía detrás y en pijama, si en pijama blanco (para pasar desapercibido) y esta vez puso la bolsa de viaje en el pasillo y dijo..... de aquí para detrás no pasa nadie.

Ya en camino y cerca de Madrid paramos en una fonda para repostar, bajamos de la guagua y nos asomamos por la cristalera para ver si estaba  abierto y la pinta del local y entramos, cuando estábamos pidiendo en la barra el señor que atendía se quedó blanco de repente, miramos para detrás y estaba el pijama blanco por fuera del señor negro con cara de mala leche con mal sueño entrando y se acojonó….no es pa menos ah.... y con !zapatillas de dormir ¡ he que la clase es la clase. Después de un tiempo ya recobrada la normalidad al señor Howard le salió una licencia  de MacDonald en su pueblo y decidió que ya no podía ayudarnos más en nuestra lucha por no descender de categoría y lo perdimos de vista entre macnugets y papas de luxe. Luego descendimos, el socio (en aquellos tiempos) tardó en recuperar el color. Carmelo D.G. se fué a poner música a otra parte y antes de tiempo y los demás escapamos como pudimos, ah y debuté en A.C.B. como entrenador en un tiempo muerto de 19 segundos, el coach se había ido al vestuario, para que Wen tirara desde medio campo para descender de igual manera.

Espero les haya gustado.

1 comentario

Manu Gómez -

Me ha encantado la historia. Gracias por compartirla.